Unos 15,5 millones de personas, casi una tercera parte de la población de Colombia, sufre de inseguridad alimentaria moderada y severa por el aumento de la inflación, la pobreza, el desempleo y el conflicto armado, reveló este jueves un informe del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
La investigación realizada entre junio y noviembre del año pasado estableció que 13,4 millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria moderada en Colombia, mientras que 2,1 millones se enfrentan a una inseguridad alimentaria severa.
La inseguridad alimentaria hace referencia al consumo insuficiente de alimentos de forma transitoria, aguda, estacional o crónica con graves efectos para la salud y el desarrollo de las personas, especialmente los niños.
“Factores como la pandemia por COVID-19, la pérdida de empleos, las dificultades en el acceso a la tierra, el aumento en el precio de los alimentos, los desastres relacionados con el cambio climático y más recientemente la escasez de insumos debido a la crisis en Ucrania, han llevado a los hogares a un alto nivel de vulnerabilidad económica”, dijo el informe.
“También, es claro el vínculo entre seguridad alimentaria y conflicto. La mitad de los hogares que han sido víctimas del conflicto armado padecen inseguridad alimentaria”, agrega la misma investigación.
La mitad de esos hogares tienen un consumo de alimentos insuficientes, con menos de tres comidas al día y, al menos, uno de cada cuatro tiene una dieta pobre, lo que significa que dependen en gran medida de granos y cereales con una baja diversidad dietética, según el informe.
El estudio aseguró que la más alta concentración de inseguridad alimentaria se registra en las costas Atlántica y Pacífica, regiones impactadas por el conflicto armado y desastres naturales, aunque en términos absolutos en las zonas urbanas se concentra la mayor cantidad de personas con hambre o dificultades de acceso a los alimentos.
Colombia, país de 50 millones de habitantes, exportador de petróleo, carbón, café y flores, registró en el 2022 una inflación de un 13,12 % y un desempleo nacional promedio de 11,2 %, a lo que se sumaron miles de damnificados por inundaciones en varias regiones del país debido a un exceso de lluvias por el fenómeno climático de La Niña.