Don Marco Tulio Rojas Santamaría (Tulito) es un roble que nació en Ciudad Quesada y que plantaron en Venecia de San Carlos. Ahí echó sus raíces y a sus 97 años de edad, increíblemente no padece de nada, no se toma una sola pastilla y se mantiene activo, trabajando y supervisando su finca ganadera, en Esterito de Pocosol y sin perderse actividades donde es invitado.
Su cédula de identidad dice; nacido en el centro de San Carlos, el 24 de enero de 1926, hijo de Quintín Rojas y Anita Santamaría. Sus primeros años los vivió en Ciudad Quesada, cuenta que no fue a la escuela y lo que hacía era arriar vacas por el centro. ¨Llovía mucho ahí, uno no tenía botas, ni plástico para taparse, lo más que se conseguía era una capa de hule¨.
Recuerda Tulito, que durante muchos años trabajó con su papá en su finca en Venecia, hasta que se casó a la edad de 24 años con doña Nelly Rodríguez Quesada, con quien procrearía diez hijos, seis hombres y cuatro mujeres (Francisco, Leticia, Agustín, Ana (qdDg), Pedro, Marcos, Marvin, Nelly, Martín y Elsa Rojas Rodríguez).
En adelante iniciaría su vida de ganadero junto a su familia, ha abarcado todos los campos de la ganadería; lechería, cría, desarrollo y engorde de ganado. Aún hoy cuenta con orgullo, que mantiene un importante hato ganadero que él mismo supervisa con una ¨Mula¨ vehículo que maneja por la finca, para garantizar que todo esté bien.
Sobre las razas de ganado que más le gustan no duda en contestar que Charolais, Braman, angus.¨ Vieras que bonito es la cría de ganado, eso parece un kínder.
Cuando le preguntamos su edad, con orgullo responde 97 y que espera cumplir los 100 y más. ¨A mí no me molesta nada, hace poco me fui a hacer un chequeo y me dijo el médico que de todo estoy bien, vieras que un día me dio un dolorcillo de cabeza, cogí una pastilla, me la eché en la bolsa de la camisa y se me olvidó tomármela, solo se quitó¨.

En su pueblo Venecia, Tulito es de los pocos pioneros que quedan. Además de ser admirado por su ejemplo de trabajo, es muy querido, amable, siempre sonriente e irradiando energía positiva, que lo convierte en el roble veneciano, símbolo de los hombres y mujeres, que hicieron de San Carlos una zona próspera, donde el trabajo y la honradez, era su carta de presentación.
Don Marco Tulio Rojas Santamaria nos contó que nunca fue a la escuela, eso no le impidió ser un exitoso empresario ganadero, heredar unos hijos e hijas exitosos, algunos profesionales, otros ganaderos y uno de ellos, Marvin Rojas Rodríguez exdiputado.